¿Qué nos dice el Capital Circulante?

Existe una tendencia generalizada a tratar de explicar el concepto de Capital Circulante desde la perspectiva “aritmética” cuando, en realidad, el importe no dice nada específico. El “drama” aumenta cuando descubrimos que no hay unidad de criterio a la hora de calcular un Capital Circulante. Unos dicen que es activo circulante menos pasivo circulante, otros lo contrario y otros, como un servidor, ya no sabemos ni cuál es la fórmula… (imaginad ya el despropósito de teorizar sobre el importe…).

Unos dicen que hay que incluir la tesorería, otros decimos que eso es un grave error y que contamina completamente el análisis…. Qué buenos somos los financieros para liar al personal. Pero nunca es tarde para deshacer cualquier entuerto.

¡Vamos allá!

Lo que importa en el Capital Circulante no es exactamente el importe el cuál varía todo el tiempo (buena señal porque quiere decir que la empresa está en marcha). Lo que realmente importa analizar, como dice la palabra, es la VELOCIDAD DE CIRCULACIÓN de sus dos componentes: El activo circulante y el pasivo circulante

Dicha velocidad de circulación es consecuencia directa de la buena o mala gestión empresarial. Esto es indiscutible mientras que el importe en cada momento puede obedecer a mil razones diferentes.

Veamos un par de ejemplos para entender lo anterior.

Un activo circulante típico es el inventario. Éste puede ser alto porque compro de más (mal asunto) o porque acabo de conseguir un contrato enorme (buena noticia). Si me limito a deducir que estoy “sobreinventariado” porque el importe es “más alto de lo normal” puedo estar cometiendo un grave error provocado por fijarme exclusivamente en el importe.

¿Qué es lo que realmente debo vigilar y gestionar de los inventarios?: Que CIRCULEN rápidamente , es decir, que el periodo de tiempo entre que entran (cuando los compro) y salen (cuando los vendo) sea lo más corto posible. Lo que es “circular rápidamente” de toda la vida, vaya.

Vamos con el pasivo circulante para lo cuál nos vamos a servir del activo circulante.

Los inventarios se le compran a unos PROVEEDORES a los cuáles evidentemente hay que pagar. La pregunta es, ¿cuándo los debo pagar?

Cuando el proveedor me envía una factura, ésta pasa a formar parte de mi pasivo circulante HASTA QUE LA PAGUE. ¿Qué significa eso? Que si la pago, por ejemplo, mañana, esa deuda con el proveedor ha entrado y salido de mis cuentas muy rápido, es decir, ha CIRCULADO RÁPIDAMENTE. Esto perjudica evidentemente mi liquidez. En cambio, si pago a 60 días, esa deuda habrá CIRCULADO MÁS LENTAMENTE ya que habrá tardado mucho más tiempo desde que entró en mis cuentas hasta que salió saldada y durante ese tiempo es mi proveedor el que me financia a coste cero lo cuál beneficia mi liquidez.

Así pues:

El activo circulante debe CIRCULAR SIEMPRE LO MÁS RÁPIDAMENTE POSIBLE. Cuanto más rápido circule, antes se convierte en una entrada física de dinero o COBRO. Cuanto antes venda el inventario adquirido, antes facturo. Cuanto antes facture, antes cobro.

El pasivo circulante debe CIRCULAR SIEMPRE LO MÁS LENTAMENTE POSIBLE. Cuanto más despacio circule más tarde se convierte en un PAGO. Cuanto más tarde tenga que pagar a un proveedor, más tiempo me financia éste a coste cero y no necesito recurrir a financiación externa.

De ahí que el Capital Circulante sea un indicador de LIQUIDEZ no de RENTABILIDAD. Su correcta gestión y comprensión es la clave para la supervivencia y crecimiento del negocio los cuáles se logran siempre con LIQUIDEZ.

Cuanto más rápido CIRCULE el activo circulante y más despacio lo haga el pasivo circulante, mejor estará mi LIQUIDEZ. Y es así siempre independientemente de estar con beneficios o pérdidas.

Observe el/la lector/a que no he puesto un solo importe en la explicación anterior. ¿Verdad que no hubiera añadido absolutamente nada a la comprensión que el inventario sea de 10 o de 10.000 o que la deuda con el proveedor sea más alta o más baja?

Permanezcan atentos a la pantalla…¡CONTINUARÁ!